
El XIV Festival de Diablos y Congos, Raíces, Tambores y Danzas, celebrado este fin de semana en Portobelo, Colón, se consolidó como una de las principales manifestaciones culturales del país, destacando la riqueza del turismo interno, la gastronomía afrodescendiente y la preservación de nuestras tradiciones.
“Este festival es un ejemplo claro de cómo el turismo interno puede fortalecer nuestras economías locales, al tiempo que nos permite conectar con nuestras raíces culturales», expresó la administradora general de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), Gloria De León.

El evento atrajo a cientos de asistentes nacionales y extranjeros, quienes pudieron disfrutar de una variada oferta gastronómica que incluyó platos tradicionales de la costa atlántica.
Los diablicos sucios, con sus máscaras rojas y negras, y los congos, vestidos con trajes coloridos, protagonizaron las tradicionales danzas que representan la lucha entre el bien y el mal, una herencia de la época colonial.
“Para nosotros, esta danza es más que una tradición; es una forma de mantener viva nuestra historia y enseñar a las nuevas generaciones sobre nuestras raíces”, dijo José Gutiérrez miembro de uno de los grupos folclóricos participantes.