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Cada 3 de mayo, desde las primeras horas del día, hombres y mujeres venezolanos visten sus trajes típicos, para reunirse en torno a una cruz de madera decorada con flores, cintas y otros elementos que simbolizan la esperanza y la fertilidad de la tierra en una de las tradiciones más populares del país.

Se trata del Velorio de  la Cruz de Mayo, una tradición llena de color y fervor extensamente arraigada en la cultura venezolana que homenaje al símbolo del cristianismo, y representa una oportunidad de celebrar con música, danza y gastronomía.

Esta ceremonia es especialmente celebrada en los estados Aragua, Carabobo, La Guaira, Miranda y en los pueblos de los Andes venezolanos.

Los fieles de la Cruz de Mayo conmemoran la época de lluvia y el hallazgo de la Cruz de Madera, donde murió Jesucristo, encontrada en el año 324 por la emperatriz Elena, madre del emperador Constantino. 

Los devotos realizan procesiones en honor a la cruz, acompañadas de música, bailes y cantos tradicionales y en muchas localidades, se llevan a cabo competencias de cruces adornadas, donde los participantes muestran su creatividad y destreza en la elaboración de estas estructuras decorativas.

En el año 2014, el Gobierno Bolivariano declaró a la Cruz de Mayo Patrimonio Cultural de Venezuela, para enaltecer una de las tradiciones populares más antiguas y significativas del país.


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