
Con la temporada de huracanes del Atlántico de 2025 en marcha, del 1 de junio al 30 de noviembre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) insta a los países a revisar sus planes de contingencia y activar medidas preventivas para preparar los sistemas de salud ante posibles huracanes, tormentas, inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos.
El llamado surge tras un pronóstico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), que predice una actividad de huracanes superior a la normal para esta temporada.
“Los fenómenos hidrometeorológicos extremos, como huracanes, lluvias torrenciales y las consiguientes inundaciones y deslizamientos de tierra, representan una amenaza constante para la región, causando lesiones, pérdida de vidas y saturando los sistemas de atención médica”, declaró Leonardo Hernández, jefe de la Unidad de Operaciones de Emergencia de la OPS.
Señaló que activar medidas preventivas para proteger a las personas y la infraestructura de salud antes de un fenómeno meteorológico extremo es crucial para reducir su impacto, en particular en la salud de las comunidades vulnerables.
Más allá del impacto físico y los daños a la infraestructura que a menudo interrumpen el acceso y la disponibilidad de servicios esenciales, las consecuencias para la salud de los fenómenos meteorológicos extremos también incluyen un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea o el cólera; enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue y el chikunguña; y enfermedades respiratorias, entre otras.
El pronóstico de la NOAA para la temporada de huracanes del Atlántico de 2025 predice un 60 por ciento de probabilidad de una temporada superior a lo normal, con un rango de 13 a 19 tormentas con nombre es decir, con vientos de 63 kilómetros por hora o superiores.
De estas, se pronostica que entre 6 y 10 se convertirán en huracanes, es decir, que sus vientos podrán ser de 119 kilómetros por hora o superiores, incluyendo entre 3 y 5 huracanes importantes de categoría 3, 4 o 5, con vientos de 179 kilómetros por hora o superiores.
La temporada de huracanes de 2024 ya fue altamente destructiva y causó algunas de las mayores pérdidas económicas registradas. con 18 tormentas con nombre, entre ellas siete tormentas tropicales y 11 huracanes, cinco de los cuales fueron de gran magnitud.
La temporada registró varios huracanes de categoría 5, incluido el huracán Beryl, que se formó en junio y se convirtió en la tormenta de categoría 5 más temprana jamás registrada.
Para ayudar a los países de las Américas a prepararse para la próxima temporada de huracanes, la OPS celebrará una reunión virtual de preparación el 10 de junio, que brindará la oportunidad a representantes de los Ministerios de Salud y organismos de protección civil de intercambiar experiencias con expertos en respuesta a desastres y salud pública en emergencias.
La OPS también continúa trabajando con los países para garantizar la actualización de los planes nacionales de respuesta a emergencias y fortalecer los mecanismos de coordinación intersectorial, tanto a nivel nacional como local, para brindar una respuesta oportuna y eficaz, en consonancia con futuras alertas de emergencia.
Image by PublicDomainPictures from Pixabay